Tendencias de sector energético

Zonas No Interconectadas | Celco

Operación de Sistemas de Generación y Suministro de Energía Eléctrica en Zonas no Interconectadas de Colombia

Yuri Ulianov López

En el mundo, más de 1 billón de personas aún carecen de electricidad y la mayoría habita en áreas rurales. A estas áreas en Colombia se les conoce como zonas no interconectadas o ZNI. Éstas se caracterizan por estar localizadas en zonas dispersas, con una densidad poblacional baja y dificultades socioeconómicas que no permiten una buena calidad de vida, por lo que presentan un índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) mayor al 77%. Lo anterior, hace que los costos del servicio de energía eléctrica estén por encima de tarifas urbanas. Las ZNI están en zona rural de 17 departamentos y equivalen al 52% del territorio nacional e incluyen: 90 municipios, 20 territorios especiales biodiversos y fronterizos, 1.448 localidades, 39 cabeceras municipales y 5 capitales departamentales.

Como propuesta de solución técnica, existen dos tipos de desarrollos que no están conectados a la red de distribución y generan electricidad a casas o pequeños grupos de casas o incluso electrodomésticos individuales. Los sistemas autónomos o aislados (stand alone systems), que usan una fuente energética o también los que usan varias fuentes de energía (sistemas híbridos). Generalmente, usan tecnologías que utilizan recursos renovables locales, pero con costos elevados en algunos casos. Un sistema energético, que se abre paso utilizando renovables y algunos fósiles, son las micro redes que, aunque comparten el principio de los sistemas aislados, se diseñan pensando en cubrir necesidades energéticas en el orden de los kW, en comunidades con suficientes recursos energéticos, disponiendo sistemas de monitoreo y control de potencia y energía.

Por otra parte, pero contribuyendo a brindar soluciones planificadas de la mano de una normativa que incentiva el uso de las renovables, el gobierno crea los Planes de Energización Rural Sostenible – PERS, para fomentar la generación con energías renovables y la autogeneración de energía eléctrica.

Es así como se pretende desarrollar proyectos alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo, PND como: “garantizar el acceso a energía asequible, confiable, sostenible y moderna para todos”, y “asegurar patrones de consumo y producción sostenibles”. Lo anterior, abre las puertas para obtener recursos financieros accesibles mediante el IPSE – Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas.

Para ver los resultados de la investigación:

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Energias renovables no convencionales - CELCO

Escenario de desarrollo energético sostenible en Colombia 2017 – 2030

La política energética acerca de la integración de planes de eficiencia energética y energías renovables tienen impactos a corto, mediano y largo plazo en la competitividad y productividad de Colombia. Este artículo construye un escenario energético entre 2017-2030 basado en planes de eficiencia energética con impacto en la curva de demanda de energía eléctrica. Adicionalmente, este escenario considera la integración de energías renovables para dilucidar aspectos claves de la matriz energética y sus implicaciones para Colombia en un contexto de crecimiento verde. Este artículo aplica una metodología de escenarios para caracterizar las alternativas energéticas basada en premisas vigentes y en perspectivas de desarrollo. Los resultados muestran una disminución de 6000 GWh a 2030 obtenidos por la aplicación de planes de eficiencia energética y un nivel de integración de FNCE de aproximadamente un 20%.

Energías renovables son aquellas cuyo recurso no se destruye y no genera gases de efecto invernadero durante el proceso de producción de electricidad. Entre los recursos renovables se encuentran solar, viento, geotérmica, oceánica y en algunos casos la bioenergía que contempla la biomasa y los biocombustibles. El caso de la generación hidroeléctrica corresponde a una fuente convencional y renovable de energía eléctrica. Este artículo usará el término FNCE para referirse, como lo define la Ley 1715 de 2014, a fuentes que usan recursos renovables no convencionales.

A nivel mundial, el rápido crecimiento en nuevas instalaciones solares fotovoltaicas y parques de generación eólica, están incrementando la capacidad insta-lada de tecnologías que usan recursos energéticos renovables, superando ya el 20% de recurso renovable utilizado para generación de electricidad.

En tal virtud, ese 20% de la matriz energética mundial ha dejado de ser fósil por integrarse a la red con fuentes limpias, renovables y muchas de ellas recursos locales, mejorando la seguridad energética de muchas regiones. Ya existen pronósticos de estudios en 10 regiones mundiales, que aseguran que ese porcentaje se duplicará en mitad de siglo y podría alcanzar un 85% a 2050. Las centrales eólicas representan una de las tecnologías más económicas mientras la solar ha alcanzado la paridad de red en muchas latitudes, sin embargo, es una mezcla de diferentes tecnologías lo que permitiría alcanzar un mayor porcentaje.

Algunas investigaciones están reportando metodologías de evaluación del recurso. Ahí se analiza la utilización y optimización del recurso minimizando pérdidas y la ubicación y aumento de capacidad considerando la posible penetración de renovables a la red. Lo anterior utilizando fuentes limpias o renovables y la utilización de herramientas computacionales en la evaluación y simulación de recurso.

Por otra parte, el Reporte Global Futuro de Renovables REN21, dentro de un amplio rango de posibles proyecciones indica un 15-20 % de renovables a largo plazo, 2030-2050, siendo casi la misma porción que existe. Sin embargo, unas proyecciones más ambiciosas proponen entre 50-95%. Dichas consideraciones incluyen, redes inteligentes, tecnologías verdes en vehículos, tecnologías en edificios e industria.

A nivel regional, América Latina, aún utiliza un porcentaje de combustibles fósiles para producir electricidad, produciendo más de 1500 millones de toneladas de CO2 por año. Sin embargo, sigue siendo una de las regiones más ricas del mundo en recurso energético renovable, donde ya se utiliza la hidroeléctrica como tecnología predominante en la zona, pero posee además valores altos de recurso solar y eólico que apenas empieza a explotar. Los obstáculos que han impedido un mayor desarrollo están relacionados con “la energía renovable es muy costosa en comparación a los combustibles fósiles, pero es un mito. Entre 2009 y 2014 los costos de gene-ración de energía solar han disminuido en un 80%; los costos de generación de energía eólica, alrededor de un 60%”

Además, los avances en Costa Rica, Brasil, Chile, Uruguay, México, son resultado de entre otras cosas, que se han invertido más de 15 mil millones de dólares en energía renovable en la región, “actual-mente, sólo el 6% de la energía en la región proviene de fuentes modernas como lo es la solar, eólica, biomasa o geotérmica. Sin embargo, se espera que para el 2050 esta cifra alcance el 20%”.

Lo anterior, ha abierto en Colombia, un amplio panorama en investigación, desarrollos y mercado alrededor de las energías renovables. Algunos de los temas que empiezan a descubrirse van desde el análisis de recurso energético renovable, que considera los energéticos naturales aprovechables, la optimización del diseño, el análisis y la respuesta a la demanda, el uso de almacenamiento (baterías, volantes de inercia, supercapacitores, etc.) en sistemas aislados o en red, el diseño e implementación de micro-redes y las redes inteligentes, la resiliencia en redes eléctricas, profundizar en programas de acceso a energía sostenible y la inclusión de muchas más tecnologías de movilidad sostenible de bajo impacto ambiental, entre otras.

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Tendencias 2023 para el sector eléctrico

Accenture, consultora de negocios de talla mundial; establece que el año 2023 será un año clave para el sector de energía, marcado por la transformación del negocio; la colaboración; una asignación de capital más dinámica; el impulso de la fuerza laboral del futuro y la ciberseguridad.

A mitades de la presente década, será decisiva ya que la transición energética se ha acelerado y los cambios estructurales -en particular los relacionados con la rentabilidad financiera y la sostenibilidad- se han acelerado a un ritmo constante. El entorno en el que operan las empresas de energía está cambiando permanentemente y deben adaptarse.

Desde este contexto, Accenture sostiene que 2023 será un año clave para la industria, el cual estará marcado por cinco tendencias clave:

  1. La transformación del negocio principal. Hoy la industria energética está comprimiendo sus transformaciones digitales, debido al retorno se significa. En 2019, un estudio de Accenture concluyó que 10 % de las mejores empresas en transformación digital generaban el doble de valor que las rezagada, una brecha que se ha ampliado de 2X a 5X, producto de la pandemia.

Accenture Colombia, explicó que “este año todas las empresas energéticas deberán adoptar los avances tecnológicos como catalizadores y facilitadores de un cambio rápido. Se trata de adoptar un enfoque más amplio para aprovechar todo el potencial de las tecnologías digitales. Crear empresas ágiles e inteligentes basadas en la nube, los datos y la inteligencia artificial (IA). Utilizar la tecnología para desmantelar los silos organizativos, conectar la empresa y tomar mejores decisiones, más rápidas y basadas en el análisis”.

  • Los enfoques más dinámicos para la asignación de capital. Este año las empresas deben aclarar el papel que desean desempeñar durante y después de la transición energética y escalar activamente nuevos modelos para impulsar la diferenciación y el crecimiento futuro. Se necesitan grandes inversiones no sólo para lograr la rotación requerida, sino también para satisfacer las necesidades de un sistema energético que seguirá creciendo.

De hecho, según cálculos de Accentureel éxito de la transición a un nuevo sistema energético requerirá inversiones de capital de más de 100 billones de dólares de aquí a 2050.

Accenture detalló que “la naturaleza y el alcance de las inversiones de cada empresa dependerán, por supuesto, de su papel en el futuro energético. Pero independientemente del arquetipo que elijan, todas las organizaciones tendrán que ser capaces de asignar su capital de forma más dinámica y acertada”.

Y agregó que “dado que las tecnologías, las fuentes de energía y las vías de demanda evolucionan con tanta rapidez, las empresas energéticas ya no podrán planificar el capital a largo plazo. Tendrán que comprimir considerablemente sus ciclos de planificación, de años (o incluso décadas) a meses”.

  • La colaboración. Ante la creciente necesidad de nuevas soluciones e innovaciones energéticas, 2022 puede ser el año en que veamos a las empresas energéticas pasar de las colaboraciones selectivas a las asociaciones ilimitadas con otros dentro y fuera del sector, incluidos los clientes y los proveedores.

Una tarea que podría beneficiarse significativamente de la colaboración ampliada es la formación de métricas creíbles en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG). Accenture destacó que “hoy las nuevas tecnologías son un gran aliado para reducir las emisiones y cumplir con los objetivos ESG”.

“este año todas las empresas energéticas deberán adoptar los avances tecnológicos como catalizadores y facilitadores de un cambio rápido. Se trata de adoptar un enfoque más amplio para aprovechar todo el potencial de las tecnologías digitales. Crear empresas ágiles e inteligentes basadas en la nube, los datos y la inteligencia artificial (IA). Utilizar la tecnología para desmantelar los silos organizativos, conectar la empresa y tomar mejores decisiones, más rápidas y basadas en el análisis”.

Accenture reporte tendencias Sector Energético
  • La preparación de las personas. La transformación que se está produciendo en el sector requiere de una nueva fuerza laboral. Accenture explicó que “en 2022, la industria debe capacitar a sus trabajadores para crear nuevas soluciones energéticas y construir su ventaja digital.

Deben impulsar habilidades entre sus colaboradores para pasar más rápidamente de la experimentación, a la ampliación de las innovaciones en áreas como la captura, el uso y el almacenamiento de carbono, el hidrógeno, los combustibles sostenibles y el almacenamiento”.

  • La ciberseguridad. Las transformaciones de las empresas energéticas dependerán cada vez más de las nuevas tecnologías, como el Internet de las cosas (IoT).

Por desgracia, su dependencia de estas nuevas tecnologías las expone a más amenazas cibernéticas. En 2021, el costo de la industria energética por cada violación de datos superó los 4 millones de dólares en promedio.

Accenture destacó que “la buena noticia es que la ciberresiliencia es lo más importante para los CEOs de la industria, y el principal objetivo de sus inversiones digitales. En 2022, las empresas seguirán implementando soluciones innovadoras como la gestión de identidades autónomas para disminuir su riesgo. Para esto es fundamental migrar sus infraestructuras de datos a la nube”.

La experta concluyó que “hoy las empresas energéticas tienen la oportunidad de convertirse en organizaciones ágiles, capaces de soportar cualquier condición económica o de mercado que se les presente. Y pueden acelerar la creación de un sistema energético que sea seguro y sostenible. En resumen, 2022 es el año para consolidar su relevancia y preparación para el futuro.”

Se reactiva el sector minero energético

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que la economía de Colombia estaría creciendo 5,5 % este 2022 y 3,1 % de 2023, gracias a las buenas perspectivas en lo que se refiere al consumo privado y las expectativas en temas de productividad.

Para consolidar este pronóstico, la ANDI – Asociación Nacional de Empresarios de Colombia realizará la Rueda de Relacionamiento para el sector Minero – Energético, en la que asistirán organizaciones como NYCE.

“En el 2022, las empresas a nivel global están afinando sus estrategias para poder ocupar una mayor presencia en el mercado. Por esta razón, las empresas deben apostar fuerte para ser más competitivos y las certificaciones son una herramienta ideal para poder equipararse con organizaciones en Estados Unidos, Europa o Asia”, aseguró William Vizcaíno, subdirector de Operaciones en Sudamérica para NYCE.

NYCE en Colombia apoya a las empresas tanto con las pruebas de laboratorio como la certificación de producto conforme a los Reglamentos Técnicos establecidos por las autoridades, así como la certificación de empresas en los estándares internacionales ISO/IEC en temas como Calidad, Seguridad de la Información, Medio Ambiente, Salud y Seguridad en el Trabajo, entre otros.

De acuerdo con la ANDI, la Rueda de Relacionamiento para el sector minero-energético busca fortalecer la estrategia de encadenamientos productivos y desarrollo de proveedores, promueve el crecimiento y fortalecimiento de los sectores y empresas, fomentando la interconexión de los diferentes actores de las cadenas productivas bajo relaciones de confianza.

Estimaciones de los organizadores, indican que las empresas más representativas de los sectores minero-energético, generan transacciones business-to-business por más de $80 billones al año con otros sectores de la economía, lo que permitiría detonar diferentes industrias con las que mantienen una relación de negocio.

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